martes, 22 de julio de 2008

Perderme en ti


Simplemente, lo mejor seria
Perderme en mi cordura.
Construir una escalera, tan grande
Que llegase a la luna.

Olvidarme de los muros que
Dividen al mundo,
Perderme en el horizonte.

Perderme en tu piel,
En tu boca y en tus labios.
Que nada sea impedimento.

Que el sol viva en mí.
Que yo sueñe por ti,
Olvidémosnos de todo.
Aterricemos en la nada.


Vistamos nuestros sueños
De alegría,
Pureza mutua.
Que tus labios se resuman
En contemplar la luna.

jueves, 17 de julio de 2008

Pintame un Cordero


Viví así, solo, sin nadie con quien poder hablar verdaderamente, hasta cuando hace seis años tuve una avería en el desierto de Sahara. Algo se había estropeado en el motor. Como no llevaba conmigo ni mecánico ni pasajero alguno, me dispuse a realizar, yo solo, una reparación difícil. Era para mí una cuestión de vida o muerte, pues apenas tenía agua de beber para ocho días.

La primera noche me dormí sobre la arena, a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Estaba más aislado que un náufrago en una balsa en medio del océano. Imagínense, pues, mi sorpresa cuando al amanecer me despertó una extraña vocecita que decía:

- ¡Por favor... píntame un cordero!

-¿Eh?

-¡Píntame un cordero!

Me puse en pie de un salto como herido por el rayo. Me froté los ojos. Miré a mi alrededor. Vi a un extraordinario hombrecito que me miraba gravemente.

Ahí tienen el mejor retrato que más tarde logré hacer de él, aunque mi dibujo, ciertamente es menos encantador que el modelo. Pero no es mía la culpa. Las personas grandes me desanimaron de mi carrera de pintor a la edad de seis años y no había aprendido a dibujar otra cosa que boas cerradas y boas abiertas.



Miré, pues, aquella aparición con los ojos redondos de admiración. No hay que olvidar que me encontraba a unas mil millas de toda región habitada. Y ahora bien, el hombrecito no me parecía ni perdido, ni muerto de cansancio, de hambre, de sed o de miedo. No tenía en absoluto la apariencia de un niño perdido en el desierto, a mil millas de distancia del lugar habitado más próximo.

Cuando logré, por fin, articular palabra, le dije:

- Pero… ¿qué haces tú por aquí?

Y él respondió entonces, suavemente, como algo muy importante:

-¡Por favor… píntame un cordero!

Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer. Por absurdo que aquello me pareciera, a mil millas de distancia de todo lugar habitado y en peligro de muerte, saqué de mi bolsillo una hoja de papel y una pluma fuente. Recordé que yo había estudiado especialmente geografía, historia, cálculo y gramática y le dije al hombrecito (con un poco de mal humor), que no sabía dibujar.

- No importa - me respondió-, píntame un cordero!

Como jamás había dibujado un cordero, rehíce para él uno de los dos únicos dibujos que yo era capaz de realizar: el de la serpiente boa cerrada. Y quedé estupefacto cuando oí decir al hombrecito:

- ¡No!, !No! Yo no quiero un elefante en una serpiente. La serpiente es muy peligrosa y el elefante ocupa mucho sitio. En mi casa es todo muy pequeño. Necesito un cordero. Píntame un cordero.

Entonces dibujé un cordero. El hombrecito lo miró atentamente y dijo:



-¡No! Este cordero está ya muy enfermo. Haz otro.

Volví a dibujar.



Mi amigo sonrió dulcemente, con indulgencia.

-¿Ves? Esto no es un cordero, es un carnero. Tiene cuernos…

Rehice nuevamente mi dibujo: fue rechazado igual que los anteriores.



-Este es demasiado viejo. Quiero un cordero que viva mucho tiempo.

Falto ya de paciencia y deseoso de comenzar a desmontar el motor, garrabateé rápidamente este dibujo, se lo enseñé, y le agregué:



-Esta es la caja. El cordero que quieres está adentro. Con gran sorpresa mía el rostro de mi joven juez se iluminó:

-¡Así es como yo lo quería! ¿Crees que sea necesario mucha hierba para este cordero?

-¿Por qué?

-Porque en mi casa es todo tan pequeño…

-Alcanzará seguramente. Te he dibujado un cordero bien pequeño.

Se inclinó hacia el dibujo y exclamó:

-¡Bueno, no tan pequeño…! !Mira! Está dormido…

Y así fue como conocí al Principito.

lunes, 14 de julio de 2008

Para un ángel

La luna olvida versos,
Que en tu mirada refleja el alma,
Alma que acaricia el viento
Al alba, al despertar
Alba al amar.

El lago de la vida
Se seco.
Ausencia eterna.
Ausencia, vida que carece
De un ángel como vos.

Un ángel que alumbre el día
Y que su beso sea eterno y fatal
Que recorra el cuerpo.

Que camine en mí,
En arco iris multicolor
Que refleja el amor
Que aun es para vos.

Standby (Extremoduro)

Vive mirando una estrella siempre en estado de espera.
Bebe a la noche ginebra
para encontrarse con ella.

Sueña con su calavera
y viene un perro y se la lleva,
y aleja las pesadillas
dejando en un agujero
unas flores amarillas
pa´ acordarse de su pelo.

Sueña que sueña con ella
y si en el infierno le espera...
Quiero fundirme en tu fuego
como si fuese de cera.

Antes de hacer la maleta
y pasar la vida entre andenes,
deja entrar a los ratones
para tener quien le espere.

Sueña con su melena
y viene el viento y se la lleva,
y desde entonces su cabeza
sólo quiere alzar el vuelo,
y bebe rubia la cerveza
pa´ acordarse de su pelo.

Sueña que sueña la estrella
siempre en estado de espera;
vuelve a coger la botella
y pasa las noches en vela,

...siempre en estado de espera

sábado, 31 de mayo de 2008

Soledad

simplemente respiro onda
y ya no estas acá.
Siento el palpitar de tú mirada
lejos, tan lejos
que muere con el horizonte,
creo que la soledad enfría mis huesos
y la ternura esta guardada
en tu recuerdo,
la calidez se refleja
en mi mirada,
oscura,sombría
sola y tal vez olvidada.

domingo, 6 de abril de 2008

Lamento

Y el camino aún no empieza
Ahora solo siento tus lágrimas
Que no me besan, Que me reflejan.


Contigo empiezo esta aventura
Que es amar.
Solo por ti dejo mis miedos
Y me dejo acariciar.


Siento que el viento es único
Siento que solo es mió,
Siento que tu eres único
Siento y lamento que no eres mió.

viernes, 7 de marzo de 2008

A tu lado

Escucha mi silencio
Que grita te amo,
Mira la luna
Que narra tus versos.


Callo en tu ausencia,
Porque no estas a mi lado.
Acaricio tus miradas
Porque parecen besos

Miro el reloj
Para que pare el tiempo
Sentir este instante
Sentir el momento.